Que puede hacer el Placebo por ti

Ayer en clase, no recuerdo como comenzó la conversación, terminamos hablando sobre los placebos.

¿Has oído hablar sobre ellos?

Se podría decir que son sustancias que carecen de acción curativa pero producen un efecto terapéutico si la persona lo toma convencido de que es un medicamento realmente eficaz.

Para que veas el poder del efecto de los placebos, te resumo una de las experiencias que dio pie a la investigación sobre sus efectos.

Durante la segunda guerra mundial los médicos militares, entre ellos el anestesista Henry Beecher Benjamín destacado en el frente, usó el placebo con soldados heridos porque no tenía suficiente morfina para calmar el dolor de todos.

Los servicios médicos solían quedarse sin analgésicos basados en opiáceos debido al alto número de heridas que sufrían los soldados. Como Beecher temía matar a los soldados al causar posibles paros cardíacos si los operaba sin recurrir a un analgésico, probó una solución alternativa.

Tras decirles a los soldados que iba a suministrarles morfina, cuando en realidad no era así, sino simplemente un líquido desprovisto de cualquier efecto analgésico, descubrió que los pacientes reaccionaban como si realmente hubieran recibido morfina.

Lo que no me deja de sorprender es que realizaban ¡¡¡amputaciones!!! empleando los placebos, y los soldados no sentian nada, llevados por la creencia de que estaban bajo los efectos de la morfina.

Se me ponen los pelos de punta.

Beecher, autor de The Powerful Placebo (1955), sorprendió a la comunidad médica al estudiar de forma científica este efecto.

Los resultados fueron sorprendentes.

Dos datos mas.

No me quiero extender con información que podéis encontrar en Internet.

En la década de 1990, científicos como Irving Kirsch se convirtieron en líderes de la investigación de los efectos del placebo. Un efecto que no solo cambiaba cómo se sentía el paciente, sino que llegaba a tener efectos físicos comprobados.

Por ejemplo, podía devolver a un estado normal una mandíbula inflamada o curaba una úlcera estomacal, tal y como explica Johann Hari en su libro Conexiones perdidas.

El segundo dato.

Un estudio en el Reino Unido revela que el 97% de los médicos ha admitido haber dado al menos una vez algún tipo de placebo a sus pacientes, bien por petición del propio paciente o bien por iniciativa propia para tratar de tranquilizarlo.

Un pensamiento puede cambiar tu fisiologia. Es el poder de la mente sobre la materia.

¿Puedes ser tu propio placebo?

Crees que un medicamento te curara. Así será.

Crees que aprobaras las oposiciones. Así será.

Crees que tu trabajo es una basura. Así será.

Crees que puedes sanarte comiendo palmeras de chocolate. Así será.

Crees que tienes el poder de vivir san@ y feliz. No lo dudes.

Lo que piensas, es lo que experimentas.

Con relación a tu salud lo materializas a través de la asombrosa farmacia interior que posees en el cuerpo, y que se alinea de manera automática y precisa con tus pensamientos.

Esta maravillosa farmacia, activa de manera natural las moléculas curativas que ya existen en tu cuerpo, liberando distintos componentes químicos diseñados para producir distintos efectos en distintas circunstancias.

Una recomendación para hoy.

Utiliza la medicina, el tratamiento, las sustancias que quieras. Eso si, con el absoluto convencimiento de que es lo mejor para tu Salud.

No importa cual sea la sustancia externa, si lo haces creyendo que te va ayudar, el cambio interno positivo se producirá.

Lo que crees, creas.

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