Sabias que en las Casas de la Vida del Antiguo Egipto, lo que viene a ser un Centro de Salud de aquella época, había inscrito en la entrada la frase «Ofrecemos los que somos».

Tiene su lógica. Que otra cosa podrías ofrecer.

Si no tienes agua no la puedes ofrecer, si desconoces algo no lo puedes enseñar, y si no has probado algo, no puedes contar que se siente.

No se que tienes tu que ofrecer. Puede que estés en el mejor momento de tu vida, el momento idóneo para hacer lo que quieras, sin complejos. Y solo necesitas ese último empujón para ofrecer lo mejor de tí. 

MI cara después de una sesión.

Te resumo mi trabajo. Se generar Bienestar. Y lo que hago es acompañar a los demás a que lo consigan.

Algunas personas ni piensan en ello, pues muy bien, ellas verán. Otras, en cambio, saben que la salud es el primer paso para todo lo demás.  La salud y el bienestar (estar bien), encontrar la causa del problema, pues bien, yo me dedico a eso.

Aviso para navegantes

Si sólo quieres terminar con los síntomas, con el dolor, hacer que desaparezca el estrés, la ansiedad —si te da igual el cómo y el por qué, si no quieres profundizar en tu problema y llegar al origen — lo siento pero no puedo ayudarte.

Poder… podría. Y te estaría engañando, ayudaría a tapar por un tiempo el problema, te entregaría una «muleta», pero volvería, siempre vuelve, si no logras afrontar el problema desde su raíz.

Tienes la capacidad para resolver aquello que desees, una enfermedad, miedos, obstáculos que aparecen. Cuando te sucede algo doloroso en tu vida, cuando pasas por dificultades, ten una cosa clara, ya dispones de todas las herramientas para solventar aquello por lo que estás pasando.

Cuando logres llegar a ese ansiado estado de bienestar será de lo más gratificante que hayas hecho en tu vida.

Este ha sido mi camino...

Lo primero que quiero contarte es que no tengo ningún titulo que me acredite para ayudarte.

Tal cual.

A ver, títulos tengo, y cursos, formaciones, máster,… Hasta tengo un titulo universitario. Pero un papel donde ponga que estoy en disposición de ayudarte y que tengo la formación necesaria para hacerlo. Va a ser que no.

¿Por qué te cuento esto? Sencillo, no existe ningún titulo que me capacite para ayudarte.

Esto me costo aprenderlo. Era de los que quería saber todo, hacer cursos, formaciones, nunca bastaba. Hasta que me pusieron la cara colorada.

Eso si, me quedo transparente.

Me presente a una sesión con un persona, a la que considero un Maestro, y en el contexto de la conversación, le dije: “…es demasiado presuntuoso creer que solo con mis manos y mi intención puedo ayudar a sanar a las personas”.

Y la respuesta me dejo “tiritando”

“Mas presuntuoso es creer que porque tengas un titulo, y estés formado en muchas terapias, ayudaras mejor a las personas”.

¡Toma baño de humildad!

Espero que la lección que me toco aprender te sirva. Ya sea porque trabajes conmigo, o con cualquier otro terapeuta, no te dejes engatusar por el curriculum. De poco sirven los títulos que empapelan la pared, si no hay vocación y devoción por lo que se hace, y por supuesto, conocimiento y talento.

Conozco un mecánico que tiene un talento innato para las finanzas, seria un gran economista. Y un asistente social con menos empatía que el Emperador de Star Wars.
Uno tiene talento y no lo utiliza, el otro debería trabajar de mecánico. Los coches no le tendrían en cuenta su antipatía.

Ahora que he aclarado un aspecto importante, te cuanto alguna cosilla sobre el camino que he recorrido hasta llegar aquí.

 

Un poco de mi historia…

Mi madre y mi padre se conocieron un día de verano en….

Es broma. Voy a ser breve.

Me considero una persona feliz y saludable algo que debería ser generalizado, y no lo es tanto. En busca de vivir nuevas experiencias, de aprender y ser un poquito mejor cada día.

Siempre he creído que ya que estamos aquí, vamos a sacar lo mejor que tenemos.

Desde temprana edad he sentido una gran atracción por los temas relacionados con el conocimiento. Me fascinaban los misterios de las antiguas civilizaciones, todo lo relacionado con culturas ancestrales.

Mis lecturas predilectas eran sobre los misterios del universo y las biografías no oficiales de grandes personajes históricos, tenía fijación por la figura de Jesús de Nazareth, aun cuando no tuve una educación católica.

Todo indicaba una trayectoria hacia disciplinas humanistas.

Pero…los planes no siempre salen bien.

Un acontecimiento que marco mi vida, la muerte de mi padre cuando contaba 11 años, hizo que me desconectara de todo, literalmente me pelee con la vida.

Por lo que mi vida tomo otro rumbo. Me puse a trabajar muy joven, y cobraron más importancia aspectos más materiales. Trabaje casi de todo, al mismo tiempo que seguía estudiando. Vamos que no me aburría.

De tal manera me aleje de mi esencia que termine por estudiar Arquitectura Técnica, profesión a la que me dedique durante 10 años. Esta me enriqueció y me aporto algo que hoy en día me es de gran ayuda.

La experiencia de haber sufrido Estrés y Ansiedad.

¡Me la podía haber ahorrado!

Al final, “la cabra siempre tira al monte”, como dice el refrán.

La existencia que llevaba no era acorde con mis principios, mis valores, con lo que consideraba que tenía que ser la vida. Como suele suceder cuando las ganas de cambiar son mayores que el miedo al cambio, las cosas se fueron alineando para volver al camino.

Cambios de trabajo, de relaciones, el nacimiento de mi hija. Marcaron la vuelta a “casa”.

Comencé a investigar, y me encontré con el fascinante mundo de la salud alternativa y el crecimiento personal, empece a devorar libros de filosofía oriental, salud alternativa, psicología transpersonal, tratados filosóficos, libros sagrados de diferentes culturas,…

Me empezó a fascinar la Física Cuántica, la Inteligencia Emocional, y todo tipo de tratados y estudios sobre Salud.

Empecé a formarme en Terapias Holísticas, y como profesor de Yoga y Aikido, disciplinas que llevaba muchos años practicando.

Mi mente matemática, herencia de mis estudios técnicos necesitaba respuesta a ciertos métodos, técnicas energéticas, que ya empleaba y cuyos resultados eran maravillosos, pero que mi curiosidad necesita saciar con explicaciones “científicas”.

Esto me llevo a formarme con investigadores de la Bionergica, la Física cuántica, con Médicos y Científicos, que desarrollaban su labor en el ámbito de la Salud Natural.

No solo estudie y entrene, cambiando mi estado físico y mental, además decidí convertirlo en mi profesión.

Al final, todas las formaciones me llevaron a comprender que todo es lo mismo, solo diferentes caminos para llegar a donde todos deseamos, un optimo estado de salud y bienestar, y una vida feliz.

Cada uno elige el camino que mejor se adapta a su persona.

 

Para el final de mi resumida historia contarte lo que fue un sueño hecho realidad.

En el año 2013 cree mi propio Centro de Bienestar Integral, en Coslada (Madrid).

Maravilloso lugar (que voy a decir) donde tengo mi consulta presencial, y lugar para la practica de Yoga y Aikido. Además de las clases de Respiración, Relajación y Meditación, donde desarrollamos habilidades para el Bienestar, y ponemos en práctica todo lo que voy contando en los email que envió a diario (casi a diario).

 

Te puedes suscribir en un clic, y darte de baja en dos.

La finalidad de este formulario es poder enviarte más información, contenidos y recursos para ayudarte en tu camino hacia el Bienestar. La base de legitimación es tu consentimiento, tu nombre y dirección de correo. Los datos recogidos serán tratados por Sergio García De Carlos como responsable de esta web. Consulta mi política de privacidad para conocer más información así como tus derechos de acceso, rectificación, cancelación y objeción.

Copyright 2020 © sergiodecarlo.com | Todos los derechos reservados